Los niños agresivos deben autoorganizarse para satisfacer las demandas internas y externas de tener que coexistir con los recuerdos diarios de su trauma. Llevan defensas truncadas, internalización de figuras de apego hirientes y vergüenza que son el núcleo de sus desafíos. La desregulación, la constricción emocional y la disociación se vuelven parte de su realidad cotidiana interior. La violencia dirigida hacia los demás, así como las autoagresiones y la auto traición, a menudo están presentes, lo que constituye uno de los mayores desafíos para los terapeutas de EMDR. La presencia de partes que imitan al perpetrador y que tienen un fuerte apego a las figuras que hieren, son el núcleo de los principales conflictos dentro del sistema disociativo y, con él, los incidentes de autolesión o actos violentos hacia otros. Esta presentación proporcionará un marco para comprender y trabajar con la agresión y la hostilidad dirigidas a sí mismo y a otros, en los niños dentro de las ocho fases de la terapia EMDR.

Se proporcionarán portales y rutas de entrada a partes hostiles y agresivas que satisfagan las necesidades del niño y sus capacidades de desarrollo; cómo utilizar la magia que está en el centro del ser del niño; se cubrirá el uso de metáforas, terapia de juego, caja de arena y estrategias de artes expresivas dentro del marco de EMDR, abordando cómo unirse al niño y al mismo tiempo brindarle el compañerismo, la contención, la corregulación y la coorganización de sus experiencias, que sientan las bases para la integración y la curación. Se cubrirá el trabajo de partes y consejos sobre el trabajo que a menudo se necesita con partes hostiles, críticas y que imitan al perpetrador, así como el trabajo sistémico que debe acompañar el tratamiento de estos niños.